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Tipos de tumbas

Tipos de tumbas: ¿cuáles existen?

Existen diversos tipos de tumbas en los cementerios, por lo que en Stelae queremos ayudarte a elegir el más adecuado. Conoce sus características y algunos aspectos importantes a la hora de decantarte por una u otra opción.

¿Qué es una tumba o enterramiento?

La RAE define una tumba como el “lugar en el que está enterrado un cadáver”. Desde el punto de vista funerario, la tumba es una unidad de enterramiento excavada en la tierra, generalmente en el suelo.

Este tipo de sepultura puede albergar a una o varias personas fallecidas, dependiendo de su tipología.

Los diferentes tipos de tumbas que existen

Aunque, como decimos, lo normal es que se considere como tumba al tipo de sepultura que se excava en el suelo, existen actualmente otras fórmulas de inhumación que no necesariamente tienen esta característica.

A continuación, explicamos los diferentes tipos de tumbas que pueden existir en los cementerios, de manera genérica:

Sepultura de pared o nicho

La sepultura de pared o nicho es un tipo de tumba individual, diseñada para albergar el féretro o la urna con las cenizas de un ser querido.

Se trata de una cavidad en un muro o pared que se integra en una edificación en hileras superpuestas sobre rasante, cuyas dimensiones se rigen por la normativa funeraria vigente.

Osario

Los osarios son también cavidades en un muro o pared en los que se depositan los restos de una persona fallecida. Sus dimensiones son más reducidas que las de un nicho porque en estos tipos de tumbas tan solo se introduce un recipiente con los restos o las cenizas del ser querido.

Columbario

El columbario es uno de los tipos de tumbas actuales más habituales en los cementerios. Consiste en una unidad de enterramiento cuyas dimensiones se adecúan para contener urnas con cenizas de la persona fallecida.

Son tumbas de características similares a los nichos o los osarios pero con un tamaño todavía más reducido.

Sepultura de tierra

La sepultura de tierra es de los tipos de tumbas en el cementerio más comunes. Es la unidad de enterramiento más tradicional, y que suele conocerse con el concepto de tumba como tal.

Es un tipo de sepultura compuesto por un espacio pensado para albergar a una persona fallecida o sus cenizas y consiste en una cámara que se construye bajo rasante.

La sepultura de tierra se suele ubicar en parcelas y cuenta con una serie de características y ornamentos que se rigen por la normativa funeraria vigente y de cada cementerio.

Panteón

Los panteones son sepulturas destinadas a albergar los restos de varias personas, generalmente de la misma familia.

Se trata de un tipo de construcción funeraria que se ubica en parcelas que necesitan de cierto espacio, ya que la estructura es una especie de monumento funerario cuyo interior se divide a su vez en distintos tipos de tumbas (ya sean nichos, columbarios o sepulturas de suelo).

¿Se puede tener en propiedad alguno de estos tipos de tumbas?

Tener en propiedad cualquiera de los diferentes tipos de tumbas que hemos visto en el apartado anterior es una cuestión que decide cada cementerio. La normativa puede variar en cada comunidad autónoma y provincia, pero también dentro de cada municipio o camposanto.

Generalmente, los cementerios son de propiedad municipal y en la mayoría de los casos hay que pagar una tasa por la concesión de esas tumbas. Esto significa que hay un derecho de uso durante un período determinado de tiempo que se puede o no prorrogar.

Sin embargo, el derecho de propiedad no siempre está contemplado, salvo que se trate de cementerios privados.

Lo más habitual es que, dependiendo de la unidad de enterramiento elegida, cada cementerio estipule un máximo de años de concesión que se puede renovar, incluso por parte de los herederos de la persona fallecida.

No se podrá, sin embargo, vender ese terreno, ya que no es propiedad de la persona fallecida y sus familiares.

En cuanto al número de años que se puede tener derecho de uso de estos tipos de tumbas, el máximo suele estar en 99 años, aunque lo más frecuente es que no se superen los 75 años. Eso sí, hablamos de tumbas como sepulturas de suelo. En otras modalidades como los nichos, por ejemplo, lo normal suelen ser concesiones de hasta 10 años que se pueden ir ampliando con el pago de las correspondientes tasas.

Si hablamos de tener en propiedad estos tipos de tumbas, lo más habitual es, quizá, que esto sea posible en enterramientos como los panteones, que pueden estar ubicados en terrenos privados y, al ser familiares, seguir utilizándose de generación en generación.

Recomendaciones a la hora de elegir el tipo de tumba adecuado

Elegir el tipo de tumba adecuado es una decisión importante en la que influyen factores culturales, religiosos, familiares y financieros, entre otros. Por eso, a la hora de elegir entre los distintos tipos de tumbas, te recomendamos:

  • Evaluar los costes asociados a cada tipo de tumba, desde la compra del terreno o concesión hasta el mantenimiento a largo plazo.
  • Tener en cuenta las preferencias culturales o religiosas, ya que algunas creencias tienen normas específicas sobre los entierros o el diseño de las tumbas.
  • Elige un lugar accesible en el cementerio para facilitar las visitas de los familiares.
  • Asegúrate de que el cementerio ofrezca servicios de mantenimiento y limpieza.
  • Consulta las normativas del cementerio para asegurarte de cuáles son los requisitos en cada caso.

Otras cuestiones como las preferencias personales o elegir tipos de tumbas respetuosas con el medioambiente son factores que también debes tener en cuenta. Planificar con tiempo estas cuestiones te permitirá tomar una mejor decisión.