El duelo anticipado es un proceso emocional que ocurre cuando una persona debe hacer frente a la pérdida inminente de un ser querido. Suele ser habitual entre familiares y seres queridos, de enfermos terminales, pero también de personas con largas enfermedades o víctimas de accidentes de tráfico, por citar algunos ejemplos de duelo anticipado.
Estas situaciones pueden sucederle a cualquier tipo de persona, y sin previo aviso, por eso es necesario conocer y entender cómo se desarrolla para poder gestionarlas adecuadamente y evitar que influyan de forma negativa en la vida diaria de quienes las sufren.
¿Qué es el duelo anticipado?
El duelo anticipado es un tipo de duelo que se inicia antes de que ocurra la pérdida real, y se desencadena cuando una persona sabe o teme que va a perder a un ser querido en un futuro cercano. Bien manejado, es un mecanismo de adaptación del cerebro que permite a las personas prepararse a nivel emocional para una pérdida inminente.
Durante el duelo anticipado es común experimentar una mezcla de emociones intensas, como tristeza, ansiedad, indignación y desesperanza, que pueden ser tan fuertes como las que se sienten al darse la pérdida real. Este proceso, por tanto, supone una gran oportunidad para comenzar a aceptar la realidad de la pérdida, despedirse y poder resolver asuntos pendientes con el ser querido antes de que fallezca.
Diferencias entre duelo anticipado y duelo convencional
Aunque el duelo anticipado y el duelo convencional comparten muchas similitudes, también tienen algunas diferencias determinantes que los distinguen.
- El duelo anticipado comienza antes de la pérdida, al percibir la posibilidad de que un ser querido fallezca, mientras que el duelo convencional se inicia tras consumarse la pérdida.
- Quienes sufren duelo anticipado pueden sufrir ansiedad y necesitar de preparación emocional, pero el duelo convencional se centra más en sensaciones como la tristeza y la adaptación a la nueva vida sin el ser querido.
- Además, quienes experimentan un proceso de duelo anticipado deben lidiar con sus sensaciones mientras el ser querido aún está con vida, mientras que el impacto emocional del duelo convencional se centra en la ausencia definitiva del ser querido.
Causas comunes de duelo anticipado
El duelo anticipado puede surgir por diferentes razones, y estas que mencionamos a continuación son algunas de las más habituales.
- Diagnósticos como el cáncer avanzado o enfermedades neurodegenerativas que llevan a un deterioro progresivo de la salud del afectado.
- Enfermedades crónicas como el Alzheimer o el Parkinson, que implican una pérdida gradual de capacidades del enfermo.
- Traumatismos graves que dan como resultado un estado crítico prolongado, como trasplantes o intervenciones quirúrgicas de alto riesgo.
- Desapariciones prolongadas o desastres naturales.
Además, el duelo anticipado también puede sufrir por la enfermedad de una mascota y contextos que poco o nada tienen que ver con la muerte, como la pérdida de un trabajo o una ruptura sentimental.
Fases del duelo anticipado: ¿qué puedes esperar?
El duelo anticipado consta de hasta 5 fases que suelen ser comunes en quienes lo sufren y que hay que conocer para saber cómo encararlas.
Negación o shock
La persona puede experimentar una sensación de incredulidad y negación ante la noticia de la pérdida inminente. Es normal sentir que la situación no es real y evitar enfrentarse a la gravedad de la situación.
Ira
La ira es una reacción natural al sentimiento de impotencia y la percepción de injusticia ante la situación de una próxima pérdida. La persona puede dirigir su enfado hacia sí misma, hacia el ser querido enfermo o incluso hacia el personal médico.
Negociación
Aquí, la persona intenta encontrar formas de retrasar o evitar la pérdida, lo que puede incluir promesas de cambios de comportamiento, búsqueda de tratamientos alternativos o una esperanza irracional de que la situación mejorará.
Depresión
Esta cuarta fase se alcanza a causa de la tristeza profunda y el vacío que acompañan a la anticipación de la pérdida. Puede provocar pérdida de interés en actividades cotidianas, sentimiento de desesperanza y aislamiento social.
Aceptación
Por último, la persona comienza a aceptar la realidad de la pérdida que está por venir. El dolor sigue presente, pero hay mayor capacidad para hacer frente a la situación y empezar a adaptarse a la vida sin el ser querido.
Consejos y estrategias para manejar el duelo anticipado
Cada caso de duelo anticipado es único, pero existen algunas recomendaciones que pueden ayudar a lidiar con este proceso de forma más saludable.
Buscar apoyo emocional
Hablar con amigos o familiares o un terapeuta sobre tus sentimientos y participar en grupos de apoyo donde poder compartir experiencias puede ser muy útil para seguir adelante.
Mantener una rutina de ejercicio, alimentación saludable y descanso
Hacer deporte mantiene la mente ocupada, y combinado con una alimentación saludable y un descanso apropiado hará que te sientas mucho mejor en general.
Escribir un diario de pensamientos y sentimientos
Utilizar la escritura como herramienta de apoyo permite desahogarse, pero también volver atrás para comprender mejor qué está sintiéndose y cómo afrontar un duelo anticipado.
Ocupar el tiempo con algo que ayude
Leer libros con protagonistas que estén afrontando una situación similar, o ver películas que aborden el duelo no solo entretiene, también puede proporcionar un punto de vista diferente desde el que encarar la recuperación.
El duelo anticipado es una situación que todos, en mayor o menor medida, tendremos que atravesar en más de una ocasión a lo largo de la vida, por eso es tan importante saber cómo gestionarlo.